lunes, 24 de enero de 2011

Ay que orgulloso me siento de ser Colombiano, ¿O no?


Primero debo dejar muy en claro que no me avergüenzo de haber nacido en la patria de la aguapanela, el chicharrón, las chivas y el sancocho. Me siento orgulloso de haber desayunado calentao, de tomar guaro y tener amigos con problemas para pronunciar la “X”.
Despejado el interrogante, puedo entrar en materia. Ser Colombiano es difícil, muy difícil, mas aun si te gusta el fútbol y quieres a tu país; ¿Por qué? Porque no hay amor menos correspondido que el profesado por sus hinchas a la Selección Colombia; queridos lectores,  estoy totalmente seguro que habría una cifra menor de patologías cardiacas en este país si esos héroes mazamorreros sudaran la camiseta.
Es triste mirar por el retrovisor las gestas de verdaderos patriotas como el hijo de Buenaventura, Freddy Eusebio Rincón, el orgullo de Remedios, Leonel de Jesús Álvarez y el inolvidable capitán samario Carlos Alberto Valderrama. Aquel gol de Rincón a Illgner después de una jugada extraordinariamente orquestada por el magnifico Pibe Valderrama, que nos trae a la memoria la narración de nuestro folclórico periodista y ex-aspirante a la alcaldía de Bogotá, William Vinasco “Ch”, luce como un recuerdo cada vez mas lejano, borroso e intrascendente; al parecer la única forma de ver a la Selección haciendo goles y en mundiales es buscando en youtube.
Pero basta de recordar y volvamos a la triste realidad, llevamos ausentes tres mundiales y sin embargo el puesto, ya vitalicio, del señor Luis Bedoya al frente de la Federación nunca ha sido tema de discusión. ¿Se merece realmente este señor con pinta de conductor de bus intermunicipal un nueva oportunidad? La verdad no lo creo y si estuviera en mis manos ya no estaría al volante, perdón, a la cabeza. Pero seria fácil usar al señor Bedoya como chivo expiatorio, culparlo por todos nuestros males, arrancarle brutalmente su camisa de manga corta, quitarle las llaves del bus de la Selección, afeitarle el mostacho y darle un cargo político; de hecho eso seria tan colombiano como el Show de las Estrellas, pero aun así no sería mas que una modesta cuota inicial. El problema del fútbol colombiano no es competencia exclusiva de este personaje y sus secuaces, es mucho mas complejo, en alguna forma similar a un cáncer que ha hecho metástasis y se ha esparcido a través de los órganos vitales. Queridos lectores, no es suficiente extirpar el tumor.
Si alguien me pregunta: Diego, ¿Cuál es el origen de este mal que azota nuestra querida Selección Colombia? Respondería que el génesis de este mal, es fruto de la misma idiosincrasia de nuestro fútbol; una amalgama de mediocridad, malicia indígena, arrogancia, triunfalismo e ignorancia que alimenta un circulo vicioso en el cual se encuentran directivos, técnicos, representantes, periodistas deportivos, jugadores y nosotros, los hinchas.
De que otra forma se puede explicar que un jugador como Radamel Falcao García, con un promedio de 0.55 goles por encuentro durante toda su trayectoria en clubes haya marcado un solo gol en las eliminatorias pasadas, que Eduardo Lara sea el encargado de liderar la Selección Colombia Sub-20 después de fracasar con el equipo de mayores en la eliminatoria pasada, que los directivos no sean capaces de gestionar la llegada de James David Rodríguez y Luis Fernando Muriel para el preolímpico de Perú, donde por cierto estamos haciendo un papelón, que Hernán Darío Gómez sea técnico de la Selección de Mayores aunque no realice viajes periódicos para observar jugadores y entender los roles que estos desempeñan en sus respectivos clubes, que hayan personas que aun piden a Giovanni Hernández a pesar de tener 34 años y haber fracasado en repetidas ocasiones y que hayan periodistas deportivos que siguen viendo a Giovanni Andrés Moreno como un volante de armado o 10 cuando en reiteradas ocasiones ha fallado cumpliendo esa función. En fin, que hasta el día de hoy no tengamos la infraestructura necesaria para ir a por un técnico competente y volver a un Mundial sea extremadamente complicado a pesar de que Brasil no juegue eliminatorias, solo por nuestra propia incapacidad.
Mis estimados lectores, de la misma forma que un médico es consiente de los riesgos del tabaco y continua fumando, el 9 de febrero estaré puntual frente al televisor esperando un milagro que no llegará, ambientando mi desgracia con La Pollera Colorá, Toto la Momposina y Lucho Bermudez, cantando Colombia Tierra Querida mientras me tomo unos cuantos aguardientes, que me llevan a pensar que John Javier ‘Choronta’ Restrepo y Jhon Eduis Viafara están a la altura de Xavi Hernández y Xavi Alonso, que Falcao y Gio van a vulnerar el arco de Iker Casillas, que Pablito Armero va a bailar con Cristian Zapata en un banderín alguna danza autóctona del pacífico Colombiano y que en el Bernabeu, como no puede ser de otra forma, vamos a ganar hijuepu**!, porque ser Colombiano es un orgullo, aunque no siempre sea fácil.

7 comentarios:

  1. Dieguito me reí mucho compadre. Ojala que hagas de la escritura un hábito. Un abrazo mi hermano. C.

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  2. Muy bueno, me gusta la forma de escribir diciendo verdades con su respectivo humor este termino medio es muy bueno.

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  3. y mas ahora en la sub20 en donde pese a que vamos perdiendo, los comentaristas siguen diciendo que fue un buen partido

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  4. Ajajajajaja que buen articulo Dieguito, y el nueve pues bebemos si ganamos y nos ahogamos en licor si perdemos.

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